A todos los lugares a los que llegue el turista de visita, será recibido con una taza de café turco o de té, las bebidas más típicas. En cuanto a la comida, los platos más típicos se basan en arroz, verduras, legumbres y carne (el pescado se consume en Gaza, pero es un lujo casi desaparecido en Cisjordania puesto que Israel impide que los cisjordanos accedan al mar. Es más fácil encontrar pescado de calidad en Jerusalén.)

 

Entre los entrantes más conocidos, la mayoría de los cuales se toma untando con pan, se encuentran el babaganush (salsa de berenjena), humus (puré de garbanzo con limón), labanah (pasta de queso y yogur) y tabuleh (ensalada de perejil con zumo de limón).

 

Las carnes reinan en todas las mesas. Además de los típicos kebab y shawerma, te animamos a probar el majluba, arroz amarillo con coliflor, yogur y en algunas ocasiones pollo; y su versión jordana, aunque muy popular también en Cisjordania: el mansaf. La diferencia es que el cordero que incluye este último se cuece aparte junto con el yogur. A destacar son el warak dawali y el kosa mahshi, hojas de la vid o pepinos rellenos de arroz y carne respectivamente. Y de postre, la especialidad de Nablús: el kanafeh, una especie de tarta a base de queso y azúcar con la que te chuparás los dedos.